miércoles, 5 de mayo de 2021


La deuda Social


Foto: Luisa González, Reuters


Y explotó la olla a presión. La polarización, junto con el manido discurso de lucha de clases llegó en el país a su máximo nivel, conceptos exacerbados por abundantes y mal intencionados videos y audios que circulan sin filtro y sin freno en las redes sociales, editados la mayor parte de las veces a conveniencia, sin fuentes de respaldo y enfocados en generar ese miedo, esa zozobra y ese desconcierto que sólo les sirve a unos pocos en año pre-electoral. 


Que el derecho a la protesta es legítimo y está respaldado por la Constitución creo que nadie lo discute, pero en un país ya de por si violento, incitar al vandalismo desde las movilizaciones es una cosa, así como otra cosa bien distinta es confundir a todos los marchantes con vándalos. Tampoco podemos generalizar y pensar que las autoridades, policías y soldados colombianos también, salen a pescar en río revuelto, con oscuros propósitos y no a defender la institucionalidad y la propiedad privada, mientras pretendemos que en medio del caos no se presenten situaciones lamentables. 


Ahora todo el mundo habla de derechos, pero se nos olvidó que también tenemos deberes como ciudadanos. Y el primer deber es el de reconocer y respetar las percepciones de los demás, sin atropellos. El deber de poner nuestro “granito” de arena para trabajar unidos para salir de la encrucijada económica en la que nos encontramos, en el marco de un gran acuerdo liderado por el Gobierno Nacional con participación de todos los sectores políticos y económicos, y no con unos pocos. Así para muchos haya sido tarde, el Gobierno está dando señales de apertura y llegó el momento de que los violentos cesen de igual manera los bloqueos y permitan corredores humanitarios para el ingreso de alimentos y medicinas a las grandes ciudades.


Las movilizaciones pidieron el retiro de la Reforma Fiscal, pero no podemos ver como un triunfo del caos la decisión del Gobierno de frenar su trámite en el Congreso, porque de una otra forma tendremos que hacer muchos sacrificios para superar las difíciles circunstancias económicas en que nos deja la pandemia. También pidieron la cabeza del Ministro Carrasquilla y el Ministro renunció, pero ahora las excusas para seguir con el paro y los desmanes, se centran en la Reforma a la Salud, la Reforma Laboral y hasta hay voces que insisten en reversar la Ley de Financiamiento de 2019. Resulta que ahora todos exigen, pero nadie pone, porque no estamos dispuestos a sacrificar ninguna parte de nuestro pastel para reconstruir y pagar una deuda social que todos como colombianos tenemos pendiente.


“Hablamos del cáncer de la corrupción de la clase política y de empresarios capitalistas y explotadores, pero el carnicero es corrupto en su medida cuando le quita gramos a la libra de carne que vende, el igual que lo es el taxista que altera el taxímetro para “sacarle” más a la carrera, y también el funcionario que espera su “modesta” parte en un contrato público. Hablamos de corrupción, pero quienes deben, no pagan los salarios correctos a sus empleadas domésticas o a sus trabajadores, los cuales nunca verán una pensión para su vejez. Hablamos de corrupción, pero si se puede, se compra sin IVA para ahorrarse el 19%”.


No creo que haya sólo una formula para solucionar la actual encrucijada, pero considero que llegó el momento de pensar en cuál va a ser nuestro aporte para sacar al país adelante. El tema no es de Uribe ni de Petro, porque más allá de los extremos, la tarea de los próximos años debe centrarse en recomponer el tejido social y eso empieza desde casa con el trato y el buen ejemplo a nuestros hijos, en la oficina y en nuestros negocios con los trabajadores y con los clientes. Transparencia, respeto a la diversidad de pensamiento y una sana convivencia deben ser los ejes para empezar a construir esa nueva sociedad, aquella en la que todos cabemos, aquella que al menos satisfaga necesidades tan básicas como un plato de comida sobre la mesa.




Atentamente,



Jairo Cadavid Ossa

Presidente

Colviveros




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1 comentario:

  1. Buena reflexión Presidente. La comparto plenamente
    Luis Carlos Leiva Cobos
    Director Extensión Rural y Asistencia Técnica, COOPAGROCOL

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